miércoles, 8 de enero de 2014

Video dedicado a César Rengifo


Como parte que somos del proyecto TVLecturas y luego de haber realizado el curso de edición en FinalCut que nos obsequió Fundarte en la Escuela de Cine Documental de Caracas, emprendimos nuestro primer video.

Aprovechamos que Liber estaba interesado desde hace tiempo en abordar la vida de ese gran pintor y dramaturgo caraqueño y en ocasión de que el tema de César Rengifo está sobre el tapete, nos pusimos a trabajar en la producción de este material con un monólogo que escribió nuestro abuelo, el dramaturgo Humberto Orsini.


lunes, 26 de diciembre de 2011

Programa especial de navidad (Práctica N° 6)


Nacimiento o pesebre
Hicimos o preparamos este programa pensando en las manifestaciones culturales caraqueñas que se realizaban en Caracas en la época decembrina, descubrimos que muchas de esas manifestaciones surgen en un principio como producto de la mezcla entre las culturas española, indígena y africana.

Irene, nuestra mamá consiguió en internet muchísima información sobre la navidad, se encargó de imprimirlo para que lo leyéramos y analizáramos en familia. Algunas de las manifestaciones que encontró fueron los pesebres, las patinatas, los aguinaldos y las parrandas.
Parranda familiar. Íker en primera fila.
Nosotros tuvimos una gran experiencia con las parrandas, que realizábamos en familia e íbamos de casa en casa llevando la alegría espiritual de la navidad. A Íker le gustan mucho los pesebres o nacimientos, porque recrean el nacimiento del niño Jesús, a Liber le llamó mucho la atención la mesa navideña porque comidas como la hallaca, el panettone, el pan de jamón, la ensalada de gallina, el pernil de cochino, y el dulce de lechoza son platos que aunque surgen de la mezcla de varias culturas tienen características caraqueñas que le dan una identidad propia

Escogimos temas musicales navideños y cañoneros.

Parranda de los Orsini
En el año 1986 Ylich Orsini, nuestro papá, compuso un aguinaldo cañonero Un Cañonazo para incluirlo un disco que grabaron ese año, pero que quedó fuera del repertorio de ese disco, debido a que la disquera consideró que por ser un tema navideño limitaría el tiempo de venta de ese disco. Por esta razón, ese año Los Cañoneros decidieron distribuir el sencillo de Un Cañonazo por varias emisoras de radio de nuestro país y en diciembre del 86 el mencionado aguinaldo, sonó con mucho éxito. Afortunadamente nuestro papá conservó un reel de ese tema y ahora en el 2011 lo digitalizó especialmente para el programa navideño que realizaríamos en La Pequeña Librería Mediática dentro de la Escuela Gratuita de Jóvenes Comunicadores. Gracias a ese esfuerzo, estamos muy contentos, porque pudimos incluir Un Cañonazo. También sonamos otros temas importantes del repertorio navideño cañonero interpretados por el conocido cantante y actor venezolano Néstor Zavarce , así como del grupo Rucaneo del Mabil.
En la parte trasera Liber con la tambora


Por otra parte, nosotros no conseguimos en nuestros libros un sainete donde se tocara el tema de la navidad, y mucho menos en internet ya que esta es una de las manifestaciones culturales de las que casi no quedó nada. Llamamos a nuestro sabio abuelo Humberto Orsini, asesor permanente de nuestro programa y una persona que ha dedicado su vida al teatro, le preguntamos si tenía o conocía algún sainete donde se tocara el tema de la navidad, él nos dijo que en ese momento no se acordaba de ninguno pero que podía escribirnos un sainete navideño “en un dos por tres”. Esa idea nos pareció muy especial y nos alegramos mucho. Así nació Navidades de Ayer, lo practicamos en la casa con la dirección de nuestro papá y se los presentamos en este programa.

Sobre los personajes hay también información por ejemplo: Está Pacheco, un hombre que vivía en el pueblo de Galipán, en el cerro El Ávila, y se dedicaba a vender unas flores muy famosas que se cultivaban allí. Este hombre bajaba a Caracas en diciembre, justo cuando comenzaba el frío. Entonces la gente empezó a asociar la llegada de Pacheco con la llegada del frío. De eso salió la frase “llegó Pacheco” que se usa cuando empieza el frio decembrino. Otra persona, menos conocida es Otomar Pfersdorf. Este es el nombre de un estadounidense que trabajó bastante tiempo en la Electricidad en Caracas, y fue a quien se le ocurrió la idea de colocar una cruz en El Ávila. La primera cruz la hicieron en las ventanas del hotel Humboldt, después hicieron una estructura en Mecedores, donde están las antenas, hasta que finalmente se construyó la estructura que conocemos hoy, que se enciende los 1° de diciembre de cada año. :) 8D

NAVIDADES DE AYER
(Humberto Orsini)

Narrador: La acción ocurre en la casa de la familia Parada. La cual está entre Remedio y Caridad, en la Parroquia de San José. Casa de sala con ventanas a la calle, pasillo, patio interior adornado con vidrios multicolores, comedor, 6 habitaciones y mata de Aguacate en el solar. En la sala hay un Nacimiento con el Niño, José, y María junto al burro. Y con lucecitas que se prenden y apagan como Cocuyos. Hay otros adornos de Navidad. Al fondo se oyen cánticos navideños.

GOLPEAN A LA PUERTA Y APARECE UN JOVEN DE 13 AÑOS QUE CRUZA LA ESCENA PARA ABRIR, Y PREGUNTA.

Joven: ¿Quién es?

Voz de Inés: La vieja Inés.

Joven: (MOLESTO) ¡Y qué lavativa es esa, pues!

Voz de Inés: Ninguna lavativa muchacho. Soy Inés. La vieja Inés, como me dicen los vagos del barrio.

Joven: Ah. Ya sé quién es. Pase doña Inés. Siéntese.

Inés: ¿Y tu mamá?

Joven: No está. Salió a comprarnos patines para mí y para Margarita.

Inés: ¿Patines? ¿Y ustedes saben patinar?

Joven: Si, doña Inés. Nosotros aprendimos a patinar en las Misas de Aguinaldo, en Los Caobos. Pero, siéntese.

Inés: No. Volveré en la noche.

Joven: Espérela. Ella no tarda en llegar.

Inés: Bueno, está bien. Y así descanso, mijo... Acabo de llegar del Mercado de San Jacinto. Estaba comprando más ingredientes para las Hallacas. Ya vendí las doscientas que hice, pero me han pedido más y voy a hacer otras doscientas. Pero vengo cansada y brava.

Joven: ¿Por qué brava, Doña Inés?

Inés: Primero, porque tuve que venirme a pié desde el Mercado hasta aquí, porque al Tranvía se le fue la fulana corriente eléctrica. Y segundo, porque todo cada día está más caro. Las gallinas las subieron a 2 bolívares y el maíz en concha a un real el kilo. Así que no voy a vender más las hallacas a un real sino a real y medio y cuartillo. Y….a propósito, ¿Te gustaron las hallacas que les mandé?

Joven: Sí. Yo me comí una. Estaba bien sabrosa. Aunque a mí me gustan con más pasas.

Inés: A las próximas que les mande le pondré un montón de pasas así. (RIEN)

Joven: Y las aceitunas me gustan sin hueso.

Inés: Y no te gustaría que también le ponga dulce de Lechosa!

Joven: No estaría mal. (RIEN) ¿Le gusta nuestro Nacimiento?

Inés: El Nacimiento les quedó bien bonito.

Joven: Pero este burrito está muy flaquito.

Inés: (SIGUIENDO EL JUEGO) Verdaderamente.

Joven: Mi mamá dijo que estuvo buscando uno más gordito pero no encontró.

Inés: Mi abuelo hacía unos nacimientos que eran una belleza. Las figuras las hacía de barro cocido, les pintaba la cara y quedaban como si estuvieran vivas. Y le ponía fuentes de agua que corrían como si fueran ríos. Y construía también de barro, castillos y palacios como los de Jerusalén, como los que aparecen en los libros.

Joven: ¿Y qué pasaba con todo eso cuando terminaba la Navidad?

Inés: Bueno, entre todos lo desarmábamos y lo guardábamos en cajas para el año siguiente. Pero cada año él lo modificaba y le agregaba cosas nuevas

Joven: ¿Y qué música ponían en la Navidad?

Inés: Bueno, ponían los aguinaldos tradicionales como: Niño lindo, o Din din din.

Inés: Los aguinaldos, o las parrandas no se bailaban. Las parrandas eran muy alegres.

Joven: Pero, ¿Cómo eran las parrandas?

Inés: Bueno, se juntaban grupos de familiares y amigos que iban de visita de casa en casa y entraban cantando con furrucos, cuatros, tambores y otros instrumentos y hacían sonar un cañoncito que cargaban, y allí los recibían y les brindaban licores, hallacas, perniles y dulces criollos.

Joven: Y ¿bailaban?

Inés: Bailaban en las fiestas, pero con otras músicas.

Joven: ¿Cómo cuales?

Inés: A la época a que me refiero las canciones de moda eran, La chica del 17, Adolorido, Besos y Cerezas, Lissón y Lisset, y así muchas más.

Joven: Cánteme una de esas, doña.

Inés: Ay, no, mijo. Ya no me acuerdo. Además, perdí la voz.

Joven: Aunque sea un poquitico.

Inés: Bueno, vamos a ver qué sale. (CANTA)
“La chica del 17
de la plazuela del tribulete
nos tiene con su toilete
revuelta a la vecindad”
Joven: Muy bien doña Inés. Y de las de ahora (AÑOS 40) cuál le gusta más.

Inés: Me gusta una, pero no sé si me sale. (CANTA)
“Me fui para Nueva York
en busca de unos centavos
y he regresado a Caracas
como fuete de arrear pavos”.

Joven: Ah, pero usted debería ser cantante.

Inés: No, niño. Nada de eso.

Joven: Y dígame, Doña Inés. Hay una canción que cantaba mi mamá, que seguramente se la dedicaron a usted.

Inés: (RIENDO) ¿A mí? ¿Y cuál es esa?

Joven: Una que dice….A ver…. como es que dice. Ah, ya. Ay, máma Iné, Ay máma Iné, todos los negros tomamos café.

Inés: (RIE A CARCAJADAS) No, mijo. Esa es una canción cubana de cuando Tarananá.

Joven: ¿De cuando tarananá? ¿Y quién era ese tarananá?

Inés: No sé quién era. Seguramente es un dicho.

Joven: ¿Y qué es un dicho?

Inés: ¡Ah, no! Estás muy preguntón.

Joven: Es que yo apenas tengo 13 años y usted debe tener como…… 80.

Inés: ¿Muchacho, tú estás loco? Tú crees que soy una anciana!!!

Joven: Ah, pero no se ponga brava. ¡No dicen que mientras más viejas más saben! Yo creía que se iba a alegrar.

Inés: Muchacho, como crees que me voy a alegrar si me dices anciana.

Joven: Bueno, perdóneme. Mire, vamos a hacer una cosa. Le voy a servir un vaso de Carato de Moriche que hizo mi mamá. Está riquísimo. Son moriches del fundo de mi papá.

Inés: Mira chico, yo como que me voy porque tu mamá tarda. Dile que estuve aquí a visitarla.
Joven: Como, no, Doña Inés. A propósito, ¿sus hijos no le decían (CANTANDO) Ay Mamá Iné…??????????

Inés: Ah muchacho travieso, Nooooooo No me decían. Ja ja (SALEN ALEGRES)

Y aquí tienen el audio del sainete solo.

 

La música que usamos para el programa fue:

  1. Un Cañonazo, aguinaldo de Ylich Orsini, por Los Cañoneros
  2. La Sabrosa, gaita interpretada por Néstor Zavarce y sus Cañoneros
  3. Estrella de Belén, aguinaldo con Néstor Zavarce y sus Cañoneros
  4. Tun, Tun, aguinaldo recopilado por Vicente Emilio Sojo, interpretado por Rucaneo del Mabil


domingo, 18 de septiembre de 2011

Quinta Práctica




Unos días después de la última práctica de Libro Sainete y Cañón, Marialcira Matute nos llamó para que hiciéramos una quinta práctica en su programa La Pequeña Librería Mediática, como parte de la Escuela Gratuita de Jóvenes Comunicadores de La Librería Mediática. Nosotros en familia escogimos el tema de las migraciones, que es muy importante porque la música cañonera surge como producto de las migraciones internas y externas.

Miguel Otero Silva
Pensamos en buscar recursos para el programa, y nos acordamos de un personaje músico de la novela Casas Muertas de Miguel Otero Silva, el señor Cartaya. Éste era un flautista de la banda de Ortiz, la ciudad que estaba desapareciendo por las enfermedades y las migraciones. En el fragmento que leímos en el programa se expresa humor, amistad, felicidad, tristezas y sentimientos del señor Cartaya.



Fragmento de CASAS MUERTAS
tomado del capítulo 2 LA ROSA DE LOS LLANOS
(Miguel Otero Silva) 
Iker: A Carmen Rosa le placía particularmente la charla del señor Cartaya porque ninguno como él evocaba el fausto de otros tiempos. Había sido también músico de la banda, porque el Ortiz remoto tuvo banda y el señor Cartaya tocaba entonces la flauta bajo los robles de la plaza, como también la tocaba en la orquesta que regía los grandes bailes, y la hacía llorar en la procesión de la Dolorosa o estallar de pasodobles en las tardes de toros coleados.

Liber: A la casa del señor Cartaya se le había caído la mitad, no obstante haber sido en su origen una sólida construcción española de dos pisos, vigas de dura fibra, calicanto y ladrillos bien cocidos. Ahora lucía como seccionada por el mandoble de un gigante, como esas casas belgas partidas por los cañones alemanes que Carmen Rosa había visto en las postales aliadas de 1917. No es que fuera la casa de Cartaya porque éste la hubiera comprado o heredado, sino que pasó a ocuparla graciosamente cuando sus dueños la abandonaron y empezaron a poblarla los lagartijos y a espinarla los ñaragatos.

Iker: En aquella casa había tocado la flauta con toda el alma juvenil aventada en las notas del vals, confundido en la orquesta, mientras Isabel Teresa, rubia e hija de godos, educada en Caracas por monjas francesas, apenas se enteró de la existencia de un músico liberal y masón que casi desfallecía mientras tocaba la flauta y la miraba.

Liber: Al poco tiempo se casó con el general Pulido y se marchó para siempre de Ortiz. Pero al pobre Cartaya le quedó aquel recuerdo: el de una sonrisa que le concedió Isabel Teresa, el de una mirada de los insólitos ojos verdes de Isabel Teresa, punzándole el corazón con la saña del ñaragato. Por eso ocupó la casa cuando ya nadie quiso habitarla, la limpió de sabandijas y de plantas salvajes y decidió esperar en ella la muerte, solterón y solo, adivinando su Renan con ojos ya cansinos. Hasta que llegó Carmen Rosa a preguntarle por los tiempos viejos.

Iker: -Ésta era la capital de Guárico, niña. La ciudad más poblada y más linda del Guárico, la rosa de los Llanos.

Liber: El combate entre los masones y el cura paraba en un armisticio todos los años, el 30 de agosto, día de Santa Rosa. Ese día el señor Cartaya olvidaba su grado 33 para tocar la flauta montado en el alto coro de la iglesia, mezclando sus notas afiladas con las del bronco corazón del órgano y con la voz de barítono napolitano del padre Franceschini.

Iker: Apenas concluida la misa, ya estaban allí los triquitraques y los buscapiés, culebrillas rojas serpeando entre los zaguanes, asustando a las beatas con su chisporreteo, enredándose entre las piernas de "La Burriquita".

Liber: Y al promediar la tarde, cuando Santa Rosa surgía linda y juvenil por el ancho portal de la iglesia, resonaba el trueno gordo de los voladores que ascendían desde Las Topias, Banco Arriba y El Polvero.

Iker: -Eran barrios del viejo Ortiz, niña. No intentes buscarlos ahora porque ni las ruinas quedan. Ahí mismito, tres cuadras más allá de la carretera, donde ahora no se ve sino paja seca y no se oye sino la escapada de las iguanas, se levantaban las casas de Las Topias, Banco Arriba y El Polvero, cuando Ortiz era ciudad...


Rafael Guinand
Buscamos algún sainete que también tuviera que ver con el tema de las migraciones, en eso llamamos a nuestro abuelo Pipa y nos recomendó a Perucho Longa de Rafael Guinand, el personaje inmigrante de Villa de Cura que nos cuenta sus experiencias en Caracas. Este sainete aparece en el libro Sainetes Venezolanos selección de Alba Lía Barrios, y también lo pueden escuchar y leer aquí en nuestro blog.

PERUCHO LONGA
(Rafael Guinand)

Perucho: ¡Mira!, ¡Mira, piazo ´e fresco! Sí, tú, tú… ´Tás muy viejo pa´ la gracia, ¿Sabes? ¡Caray, que entre estos caraqueños es que hay hombres sinvergüenzas! Y el viejo este que hasta nietos tendrá ya, poniéndome sobrenombres. ¡Pero el peñonazo que le zumbé, si lo cojo lo estapono!... (Transición) ¡Gua, Gregoria, dame un abrazo muchacha! ¡Qué gorda estás!

Gregoria: ¡Ay, Perucho, condenao! ¿Cuándo viniste mi negro?

Perucho: Me faltan dos días para un mes. ¡Ay, pero me ha pesado, mijita!

Gregoria: ¡Adiós peroles! ¿Y por qué?

Perucho: Porque yo no me hallo aquí en caracas. La gente no me hace sangre.

Gregoria: ¡Guá, niño! Y eso ¿por qué?

Perucho: ¡Qué sé yo, chica! Pero me parecen falsos, chismosos y embusteros.

Gregoria: ¡No hombre, no digas eso, que aquí hay mucha gente buena!

Perucho: Uhm, será pa´ ti mijita, que has encontrado tu acomodo. Yo, desde que llegué a esta maldita Caracas vivo como un querre querre.

Gregoria: ¿Y por qué? Estarás enfermo. Yo te veo muy barrigón.

Perucho: ¡No, niña, que enfermo voy a estar yo! Que yo soy un hombre serio, Gregoria, y aquí todo es una chercha, una mamadera de gallo.

Gregoria: ¿Y qué, se han metido contigo?

Perucho: ¡Jesús, chica, cada ratico! y no solo de palabra. Suponte que los muchachos se han atrevido en la calle a tocarme… ¡Hasta el sombrero!

Gregoria: ¿Y quién va hacerle caso a muchacho?

Perucho: ¡Adiós, si la gente grande está lo mismo! Mira: La otra tarde fui y saludé a un señor de respeto en la esquina de los isleños, y no me contestó; pero apenas había andado yo como un cuarto de cuadra, chica, cuando me pega ese leco: Quique “Adiós, Cabeza e’ ñaure!”

Gregoria: ¡Ja, ja, ja, ja! Eso sería por cariño.

Perucho: ¿Cariño? ¿De cuándo a dónde?

Gregoria: ¡Quién sabe! Será algún señor que te conoce de atrás. Es decir, desde hace tiempo.

Perucho: ¡Uhm, Barajo! Tú me conoces y sabes que amigos tengo muy pocos.

Gregoria: ¿Bueno, y qué? ¿No te has concertado?

Perucho: ¡Cómo no!, casi al llegar me concerté; me concerté en casa de las Morgallete. Pero me fui a los tres días.

Gregoria: ¿Y por qué, ah?

Perucho: Porque no me gustó el modo de ser de aquella gente, mijita: la casa una guachafita; a la vieja le faltaba tiempo para estarse viendo en el espejo pintándose las ojeras y echándose colorete; las muchachas muy zafadas, viviendo siempre en la calle; por la mañana en las tiendas, de tarde en las vespertinas y de noche con los novios. Y el viejo, ¡ay mijita!, un señor llamado don Plácido, que me resultó un marrajo.

Gregoria: ¿De veras?

Perucho: Como lo oyes, Gregoria. Además, que uno se contrata, chica, para una sola cosa, y después quieren que lo haga todo.

Gregoria: Ah, sí es verdad.

Perucho: Guá, un día me dijo don Plácido que le diera una fricción.

Gregoria: ¿Y se la diste?

Perucho: No, niña, si era una fricción en la cabeza, para la caspa y que después se la peinara.

Gregoria: ¿Y se la diste, ah?

Perucho: ¡No hombre, te digo que no! ¡Qué voy a darle yo fricción! Le formé un seis por ocho. Le dije que era muy fresco, que habilidad debía tener para decirles a las hijas que no se pusieran esos descotes tan bajos, que iban siempre por la calle emborrachando a los hombres.
Gregoria: ¡Muy bien hecho!

Percuho: ¡Mijita!... Me citó a la jefatura.

Gregoria: ¿Y qué te hicieron, ah?

Perucho: A mí, nada; me preguntaron de dónde era; les dije de Villa de Cura. Después me preguntaron mi nombre, y al decirles Pedro Longa, la gran mamadera de gallo.

Gregoria: ¡Guá!, ¿Y por qué?

Perucho: Porque dijeron, chica, que y que Longa y que no era apellido, sino una abreviatura de longaniza.

Gregoria: Ja, ja, ja, ja, ja, ja……

A continuación puedes disfrutar del audio de Perucho Longa.




Agregamos temas musicales de distintas regiones del país en estilo cañonero. Pues como el nacimiento de la música cañonera tiene relación con las migraciones, debido a que en parte se trataba de que la gente que emigraba del interior del país hacia Caracas y las grandes ciudades quería mantener viva la música de sus regiones, ésta se pasaba a interpretar con los instrumentos y músicos que se tuviera a disposición. De esta manera se generó un nuevo sonido, que junto a letras jocosas y sonidos urbanos dieron origen a la música cañonera.

La música ese día fue:

  1. Golpe Tocuyano por Los Antaños del Stadium
  2. Brisas del Torbes, vals de Luis Felipe Ramón y Rivera, intereptado por La Banda La Sagrada de la Venezuela de Antier
  3. Quirpa, joropo del folklore venezolano, en grabación del grupo Los Cañoneros
  4. Barlovento, merengue caraqueño de Eduardo Serrano, en versión de Los Antaños del Stadium
Este programa fue grabado el 12 de julio de 2011 en los estudios de Radio Nacional de Venezuela.

lunes, 29 de agosto de 2011

Primera experiencia en un programa en vivo

El 31 de mayo de 2011, después de grabar la práctica final y N° 4 de Libro, Sainete y Cañón, en La Pequeña Librería Mediática, en los estudios del Canal Musical de Radio Nacional de Venezuela, fuimos directamente como invitados especiales, acompañados de nuestros padres, al programa Los Libros y La Radio tienen mucho que ver, programa que forma parte de la serie de La Librería Mediática que conduce Marialcira Matute y que se transmite en vivo, por el Canal Informativo de Radio Nacional de Venezuela, todos los martes y jueves de 5:00 a 6:00 pm y se retransmite en La Fundación Colombeia.

Esta invitación forma parte de la Escuela Gratuita de Jóvenes Comunicadores de la Librería Mediática, para vivir una nueva experiencia, como es la de hacer radio en vivo.

Llegamos a un estudio más grande, con mayor capacidad y equipos técnicos, así como un mayor número de personas trabajando para que la transmisión saliera al aire.


Participamos en la edición 662 de Los Libros y la Radio tienen mucho que ver, allí todos comentamos como fue nuestra experiencia con el proyecto Libro Sainete y Cañón. Marialcira anunció los nombres de los 12 finalistas del Premio Rómulo Gallegos 2011. Sostuvimos una comunicación telefónica con Juan Manuel La Guardia, Fullchola, una persona que ha dedicado gran parte de su vida a la radio, con casi treinta años en ese medio. En esa conversación él nos habló de su experiencia radial, de lo mucho que le gusta, nos dio muchas recomendaciones y la principal fue la de hacer el trabajo siempre con amor, que la radio es mágica, que esa magia hay que convertirla en amor y que el secreto de la radio es hablar siempre con una leve sonrisa. Luego nos invitó a su programa, A Fullchola en la emisora Fiesta 106.5 FM, para que pasáramos toda una mañana con él, viviéramos una experiencia en un programa radial con un formato distinto. A nosotros nos gustó la idea y aceptamos.

Iker y Liber emocionados

Liber y Marialcira Matute


Iker y Liber contaron sus experiencias







Irene, la mamá de Los Muchachos de la Radio,
también comentó la experiencia del programa.

Ahora vamos a contar como fue esa experiencia, de la cual no nos quedó el sonido, pero se la contaremos de forma escrita.

Los muchachos de la radio con Fullchola

El viernes 22 de julio de 2011, bien temprano acudimos junto con nuestro padre, a la emisora Fiesta 106.5 FM para encontrarnos allí con Marialcira Matute y pasar la mañana en el programa A Fullchola de Juan Manuel La Guardia que se transmite de lunes a viernes de 6:00 a 10:00 de la mañana.

El programa A Fullchola tiene un formato muy diferente al de La Pequeña Librería Mediática, por ejemplo el programa tiene mucha publicidad, es más rápido, muy dinámico y es todo en vivo, con una duración de cuatro horas aproximadamente. Fullchola nos orientó en el programa, al principio nos comunicamos con Renato Yánez un periodista que iba montado en el helicóptero de Traffic Center, nos sentimos emocionados, le preguntamos sobre el pronóstico del tiempo, si estaba haciendo mucho frío allí, y también lo felicitamos por su trabajo. A Fullchola le pareció que Liber hablaba como un narrador deportivo, entonces pidió que trajeran un guión con noticias de deporte para que Liber lo leyera como si se tratara de un noticiero deportivo, fue muy divertido, además porque lo hizo muy bien.

En la siguiente parte nosotros éramos los jueces cuando uno de los pasantes que estaban en el programa tenía que cantar y le poníamos su calificación. Pusieron también música del disco Los Cañoneros, Íker tocó con las manos en la mesa un ritmo de pasodoble, nos pidieron que le hiciéramos una entrevista a nuestro papá, decidimos que el tema fuera sobre su experiencia con la música cañonera. Luego cantó una de las pasantes que estaban en el programa para que le diéramos su calificación, bueno en realidad calificamos muchas cosas en el programa.

Acompañados con Marialcira, la experiencia fue muy chévere y muy divertida, aprendimos mucho sobre cómo trabajan en esa emisora, específicamente en el programa de Fullchola. Vivimos una nueva y enriquecedora experiencia.

Los Muchachos de la Radio con Juan Manuel La Guardia

A Fullchola


Marialcira Matute, Iker y Liber conversan con Fullchola

El famoso Fullchi

Plena acción en los estudios de FM Center


El equipo técnico, en los controles el famoso "Mayimbe", y los
pasantes Rubén y Yolenis Salazar "Burula".

Los Muchachos de la Radio invitados en Fiesta 106.5 FM


sábado, 13 de agosto de 2011

Cuarta práctica

Esta fue la práctica final, del proyecto de Libro, Sainete y Cañón, de acuerdo con las exigencias para egresar de la Escuela Gratuita de Jóvenes Comunicadores de la Librería Mediática. Pero acordamos con Marialcira que continuaríamos regularmente, con más prácticas en la Pequeña Librería Mediática. Este programa fue grabado el 31 de mayo de 2011, como todos los anteriores en los estudios de RNV Radio Nacional de Venezuela, en el control técnico Israel Hernández y el acompañamiento de Marialcira Matute.




Los muchachos de la radio:
Un encuentro con Caracas
Para este día preparamos un programa distinto, donde pusimos nuestras canciones favoritas, La Pelota De Carey preferida de Íker, tocado por Los Criollos, Merengueadera de Los Cañoneros favorita de Liber, La Chica del 17 en la voz de Raquelita Castaños, que tanto le gusta a Íker, y El Porteño del disco Estampas Caraqueñas, de César del Ávila, tema preferido de nosotros dos.

Por otra parte, como en la Asamblea Nacional, para ese momento, fue aprobada en primera discusión la ley contra la discriminación racial y esto generó un debate de si se debe usar el término “negro” o “afrodescendiente”. Nosotros quisimos leer en nuestra cuarta práctica una muestra de la poesía negra venezolana, aunque hay quienes dicen que no existe en Venezuela una “cultura negra” y que por lo tanto no existe una “poesía negra” sino que se trata de características regionales de una misma cultura venezolana. Uno de los argumentos es que en Venezuela mucha de la poesía negra es escrita por blancos, como el poema más importante, escrito en nuestro país, acerca del tema de la discriminación racial, Píntame Angelitos Negros de un autor blanco, del gran poeta Andrés Eloy Blanco.

Ese día leímos los poemas: Habladurías de Manuel Rodríguez Cárdenas y Canción para despertar a un negrito de Antonio Acosta Márquez. Nos llamó la atención que fue muy difícil conseguir en internet información de de este tema, de estos poetas y de sus poemas. Por ejemplo en el caso del poema de Antonio Acosta Márquez, nuestra mamá se encargó de transcribirlo, de una musicalización de este poema hecha por el grupo Los Guaraguao, pues no lo conseguimos escrito.

HABLADURÍAS
(Manuel Rodríguez Cárdenas)

Dicen que hay una tierra
para los negros
donde es dulce y sabrosa
la melaúra.
¡Bamonós pa allá!

Dicen que hay una sierra
de pan tostao
donde el máis que se siembre
nace cargao.
¡Bamonós pa allá!

Dicen de un cielo verde
con santos negros
donde el cura no roba
ni pide ná.
¡Bamonós pa allá!

Dicen que hasta la chiva
de Dios es negra
sobre bambarrias negras
y colorás.
¡Bamonós pa allá!

Dicen que en esa tierra
que he describío
todos tienen un piazo
pa su sembrao.
¡Bamonós pa allá!

Dicen que hasta a la negra
Juana Bautista
le dieron dos sortija
con su piedrita.
¡Bamonós pa allá!

Y al moreno pasúo
barloventeño
un par de brodequines
con su gomita.
¡Bamonós pa allá!

Ah, que se me olvidaba:
y en esa tierra
too el que nace, mi guate,
le dan su cama.
¡Bamonós pa allá!

Y le cantan canciones
pa que se duerma
y le dicen: —Mi negro,
cómete un dulce;
y esperan las mujeres
al que no vuelve
y no hay ni capataces
ni comisarios
ni aprovechan el sueño
las macaureles.
¡Bamonós pa allá!

—Pero onde está esa tierra,
negro mojino,
que ya casi nos tienes
la boca aguá?

—Esa tierra, trigueños,
yo lo sabía.
Pero... perdí los libros
de geografía.
Negro que nace negro,
negro se va
y estas cositas güenas
que yo he pintao,
son puras invenciones
pa conversá!

Aquí está el sonido del poema Habladurías, leído por Íker.


CANCIÓN PARA DESPERTAR A UN NEGRITO
(Antonio Acosta Márquez)

Calamé calamé,
calamé cuncú calemá
Calamé, calamé, calamé
calamé cuncú calemá

Despierta negro
Anda a la escuela
Ándese mijo para estudiar
Que el patrón no quiere que aprenda
Pero te tienes que superar

Ponte tu camisa y tus alpargatas
Con el remiendo en el pantalón
Lo importante es que vaya aseao
Y se aprenda bien la lección

Estudie negro, estudie bastante
Pa que no sea un negrito inculto
Porque en el pueblo dice la gente
Que los negros y que semos brutos

Mijo no aprenda pa hajese rico
Quiero que aprenda mijo pal pueblo
Pa que enseñe al que no sabe
Pa que enseñe a su hermano negro

Levanta mijo, levanta negro
Porque mañana hay que estudiar
Mi Barlovento te necesita
A Venezuela hay que despertá

Sueño pesao negro lambío
El nuevo Sol empezó a salir
Levanta negro, levanta mijo
Si este Sol muere
Será por ti
Para quienes quieran oír Canción para despertar a un negrito leído por Liber, aquí está el sonido.


También, hicimos una lectura dramatizada de un fragmento del sainete Salto Atrás de Leoncio Martínez y hablamos sobre este autor.

Salto atrás es una obra muy graciosa donde también se toca el tema de la discriminación, una crítica a las diferencias sociales y el racismo. Fragmento sacado del libro Sainetes Venezolanos de Alba Lía Barrios.


Fragmento de escena del
SALTO ATRÁS

(Leoncio Martínez)

Belén: ¿Vamos a ver al catirito?

Elena:¿Qué catirito?

Belén: Niña, Witremundo

Elena: ¿Qué Witremundo?

Belén: Tu nieto.

Elena:¡Ah! ¿Mi nieto se llama Witremundo? ¡No lo sabía!

Belén: Supongo que le pondrán un nombre alemán: Sigfrido, Rigoberto, Godofredo… ¿Vamos a ver a Godofredito?

Elena: ¡Ahora se llama Godofredito!

Belén: ¡Qué encanto! Debe ser lindo. Sangre alemana por un lado, y por ustedes, ¡no se diga¡, por todas partes le viene su sangre muy limpia: por los Torresveitía, por los del Hoyo, por los Sampayo, de los fundadores de Cumaná… Vamos a verlo.

Elena: Ahora no se puede.

Belén: ¿Por qué no?

Elena: ¡porque no! Con mucho sentimiento te digo que ahora no se puede ver a Godofredo Witremundo Sigfrido.

Belén: ¿Y por qué?

Elena: Pues…porque el médico lo ha prohibido; le duele la cabeza, padece de jaqueca.

Belén: ¿Tan chiquito?

Elena: Es muy delicado: le estorba la bulla.

Belén: ¿De veras? Los nobles son flores de estufa… Mira, yo te prometo no hablar.

Elena: Le molesta hasta el aliento.

Belén: Me tapo las narices.

Elena: No insistas Belén, ahora no es posible.

Belén: Entonces… me voy

Elena: ¿Tan pronto?

Belén: Me voy con una espina clavada en el corazón. (Inicia el mutis)

Elena: No te pongas así, no hay motivos.

Belén: Que tú, mi amiga íntima, mi hermana casi, me niegues ver un niño… a quien yo debí haberle cortado el ombligo.

Elena: Pero, mujer, si tú supieras…

Belén: (Llorosa) Ya no tienes confianza en mí.

Elena: Óyeme, no llores como una tonta.

Belén: Lloro de sentimiento, me voy… me voy resentida contigo. Adios.

Elena: Adios, no dejes de volver por aquí.

Belén: ¡No volveré nunca! ¡No lo veré nunca! ¡No lo conoceré nunca! ¡Adios para siempre!... (Desde el fondo) ¡Elena!

Elena:¿Qué?

Belén: No puedo… a pesar de lo que has hecho, no puedo irme sin demostrarte una vez más mi amistad sincera.

Elena: Jamás he dudado de tu noble amistad.

Belén: Vine a tu casa con un solo propósito: salvarles a ustedes.

Elena: ¿Salvarnos? ¿De qué?

Belén: ¡De una calumnia!

Elena: ¡Una calumnia!

Belén: (Volviendo al centro de la escena) Sí. Vine con el objeto de convencerme de que no es cierto lo que dice y repite todo Caracas, cerciorarme con mis propios ojos de la verdad y desmentir con mis propios labios a todos esos infames lenguas largas.

Elena: Por Dios, Belén, no me asustes…¿Qué se dice en Caracas?



La música ese día fue:

  1. La Pelota De Carey, pasodoble atribuido a Lorenzo Herrera, tocado por Los Criollos 
  2. Merengueadera de Ylich Orsini, Los Cañoneros
  3. La Chica del 17, pasodoble de Durán-Vila, Boixader y Azagra, en la voz de Raquelita Castaños
  4. El Porteño, merengue recopilado por Vicente Emilio Sojo, del disco Estampas Caraqueñas, de César del Ávila